¿Se puede leer el Tarot a distancia?
¡Por supuesto que se puede!
Cuando incursioné en el tarot, ésta era una de mis dudas principales: ¿De verdad se pueden hacer lecturas si la otra persona no está presente? ¿No debería estar en el mismo espacio para «sentir su energía»?
Al iniciarme comencé haciendo lecturas gratuitas para practicar y comprender cómo funcionaba el Tarot. No tenía una fe ciega, pero al poco tiempo empezaron a llegarme devoluciones de mis primeros consultantes: aquellas lecturas que habían sido predictivas se estaban cumpliendo.
Con el tiempo fui haciéndome una idea de cómo yo entiendo esta práctica: aquello que llamamos energía trasciende el plano físico.
Pensar que es necesaria la presencia de la otra persona en el mismo espacio es limitarse a lo que nos resulta inteligible desde una postura racionalista. No somos sólo materia, y la información y energías que manejamos al utilizar el tarot no están sujetas a lo que suceda en este plano. Como dije, lo trascienden.
La energía universal no encuentra obstáculos en la presencialidad o en la falta de ella, no requiere de información adicional como fotografías o fechas de nacimiento (salvo que se trabaje con astrología o numerología, pero ahora estamos hablando de tarot).
Ni siquiera se necesita un nombre completo.
El hecho de pedir alguno de estos datos es sólo para otorgar individualidad a la hora de preguntarle a las cartas. Pero son artilugios del ser humano. El tarot no necesita nada de eso. (Nosotros, probablemente sí, porque no nos emancipamos del Yo. Yo, por ejemplo, prefiero trabajar pidiendo un nombre.)
Entonces, ¿cómo no se van a poder hacer lecturas a distancia?
Lo importante es el flujo energético que se genera en el momento en que se da inicio al trabajo mágico de leer las cartas. El resto es lo que ya dije: artilugios humanos. Está bien usarlos, pero no es necesario.
Una vez, uno consultante me preguntó si necesitaba una foto suya, y cuando respondí que no era necesario me dijo: «Pero hay personas que se llaman igual que yo y nacieron el mismo día, ¿cómo sabés que preguntás para mí?»
La respuesta es que no necesito saberlo. El trabajo energético estará abierto y la respuesta será dada a quien la ha pedido. El tarotista es un canal, nada más. Nada menos. Es menester tener presente que la experiencia terrenal no es más que eso, una experiencia, un estado que la energía que nos anima atraviesa, y las limitaciones del plano físico no funcionan a nivel sutil—que es el nivel en el que se piden y reciben las respuestas, en donde se genera una conversación con la universalidad.
