Simbolismo: Ouroboros
Uno de mis símbolos favoritos es el vastísimo Ouroboros, que en su representación clásica se trata de una serpiente comiéndose su propia cola. Representa así la naturaleza cíclica de las cosas y la inexistencia de un principio o un fin, describiéndola en la perpetuidad de un ciclo eterno de destrucción y nueva creación en tanto se devora a sí misma.
En el registro más antiguo que se tiene del Ouroboros en un texto (s. II en Alejandría, aunque ya aparecía en las paredes egipcias en el 2300 a.C.) aparece complementado con la frase «εν το παν» (todo es uno), además de representarse mitad negro y mitad blanco simbolizando principios duales que componen una unidad, sustentando la frase que lo acompaña.
💬 «Para que la vida se manifieste es necesaria la muerte (por eso la ambivalencia del símbolo que contiene en sí significados opuestos y con ello nos lleva a la unidad) esto forma parte del equilibrio, por eso Ouroboros se muerde la cola. Ouroboros vislumbra los pasos de la manifestación de esa vida: creación, sustentación y destrucción.» —René Guenón
💬 «En la imagen histórica del uroboros está el pensamiento de devorarse a uno mismo y convertirse en un proceso circulatorio, porque era claro para los alquimistas más astutos que la materia prima del arte era el hombre mismo.
El uroboros es un símbolo dramático para la integración y asimilación del contrario, es decir, de la sombra.
Este proceso de la ‘regeneración’ es al mismo tiempo un símbolo de la inmortalidad, puesto que el uroboros se mata sí mismo y se trae a la vida, se fertiliza y se da a luz.» —Carl Jung
Por supuesto, como todo símbolo, su significado no se reduce sólo a esto, sino que es mucho más amplio e incluso infinito; como todo símbolo es, en sí mismo, un contenedor susceptible de recibir distintos e innumerables significados según quién lo interprete.

«En la tradición alquímica, el Ouroboros es un símbolo que representa el proceso alquímico, la secuencia cíclica de destilaciones y condensaciones necesarias para purificar y llevar a la perfección la Prima Materia. Durante la transmutación, la Prima Materia se divide en sus principios constitutivos, por esta razón el Ouroboros alquímico a menudo se representa también en forma de dos serpientes que persiguen sus colas. El superior, alado, coronado y provisto de patas representa la Prima Materia en forma volátil, siendo el de abajo una representación del residuo fijo, que en su reunión en un solo Ouroboros con patas y coronado representa la Gran Obra.»
Pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos de Prima Materia y Gran Obra?
Todxs hemos oído hablar de la Alquimia como aquella ciencia que consistía en transmutar los metales vulgares en Oro, para lo cual era menester poseer la famosa Piedra Filosofal.
Pero claro: ésto, así cifrado, no hace más que encender la llama en los ojos del vulgo codicioso.
En verdad, aquello que la tradición hermética enseñaba alegóricamente como «transmutar el plomo en oro» no es otra cosa que la transmutación personal y espiritual. La Prima Materia somos nosotros mismos. La Gran Obra es el resultado del proceso alquímico (compuesto por las etapas de nigredo, albedo y rubedo) de «Disolver y Coagular» y reordenar de manera perfecta para obtener el oro verdadero, el conocimiento de sí mismo y el perfeccionamiento del ser.
«El plomo significaba para ellos (los alquimistas) la vulgaridad, la pesadez, la ininteligencia, la imperfección; y el oro es exactamente lo contrario». —Oswald Wirth
«El ‘oro potable’, que se procuraba producir simbólicamente, era la perfección humana. (…)
La transmutación de los metales era la transformación de antropoides ignorantes, groseros, bárbaros e inmorales, en hombres instruidos, corteses y morales». — C. M. Limousin.
